El rey tenía un carácter sagrado en la sociedad feudal, y era considerado elegido por Dios para ordenarla sociedad y defender la Cristiandad. Aunque el cargo era hereditario, debía ser confirmado por las autoridades eclesiásticas en una ceremonia de coronación.
Visualiza, con el siguiente vídeo, cómo era el acto de coronación de un rey en el mundo feudal:
Aunque el rey tenía atribuciones exclusivas como dirigir las campañas militares, recaudar impuestos y ejercer de juez supremo en algunos pleitos, compartía el gobierno con miembros de la nobleza y el clero, que formaban la llamada CURIA REGIA (CONSEJO REAL), que no solo le ayudan a gobernar sino que también le aconsejaban.
Muchos reyes no disponían de una residencia fija y se trasladaban constantemente por ciudades y castillos del reino, acompañados de su familia y demás miembros de la corte.
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