En la segunda mitad del S. IX, los reyes de Asturias, y sobre todo, Alfonso III, aprovecharon las disputas internas de Córdoba para expandirse hacia el sur, ocupando amplias zonas hasta el río Duero, zonas que estaban, prácticamente despobladas y yermas. Se ocuparon ciudades como Astorga, León, Oporto y Zamora, y se repobló con familias campesinas que asentaron y cultivaron el margen del río Duero.
Visualiza el siguiente vídeo sobre el reinado de Alfonso III de Asturias.
El aumento de territorios del reino de Asturias hacia el valle del Duero, hizo que en el S. X, el rey García I, para controlar mejor el territorio, estableciese la capital del reino en León. Así, el reino de Asturias pasó a denominarse REINO DE LEÓN.
Aunque la expansión leonesa continuó durante este siglo, la aparición del Califato de Córdoba frenó dicha expansión. Los reyes leoneses tuvieron que hacer frente a los numerosos ataques y mantener y consolidar la frontera del Duero.
Con el Duero como frontera y defensa natural en el S. X, la mayor parte de los ataques al reino de León, se produjeron por el Este. Para frenar y rechazar estos ataques, los reyes leoneses construyeron numerosos castillos que entregaron a condes para que los defendiesen. Tal fue el número de castillos que se construyeron que se denominó a esta región CASTILLA (tierra de castillos).
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