"Un pueblo sin el conocimiento de su historia pasada, origen y cultura es como un árbol sin raíces" MARCUS GARVEY

martes, 23 de febrero de 2021

Expansión de Aragón y los Condados Catalanes por el Ebro

Durante el S. XI, la labor conquistadora en el valle del Ebro, estuvo en manos del reino de Aragón, creado por Ramiro I (hijo de Sancho III "el Mayor" de Navarra) y del Condado de Barcelona. Aragón se expandió hacia el sur, con la conquista de Huesca por Pedro I, estableciendo la frontera del reino en la proximidades de Zaragoza. En cambio, los condes de Barcelona, se expandieron por el sur de Francia y en la Península, repoblando el campo de Tarragona


Aunque la presencia almorávide y almohade, frenó la expansión castellano-leonesa, en el valle del Ebro, durante el S. XII, se llevaron a cabo importantes conquistas que establecieron la frontera de los territorios cristianos orientales en el río Ebro. Por parte de Aragón, Alfonso I conquistó Zaragoza en 1118, mientras que el conde de Barcelona, Ramón Berenguer IV, llevó la frontera de su Condado a la desembocadura del Ebro, con la conquista de Tortosa.

A finales del S. XII, Alfonso II de Aragón, ampliaría la frontera, llevándola al otro lado del río, con la conquista de Caspe y Teruel.

viernes, 19 de febrero de 2021

Expansión Castilla y León por el Tajo

 Durante el S. XI, y aprovechando la fragmentación de Al -Ándalus en reinos enfrentados, los reyes cristianos, tomaron la iniciativa y conquistaron amplios territorios hacia el sur. Esto fue posible, gracias al pago de parias, que permitió a los cristianos, mejorar sus armamentos y fortalecer sus ejércitos. Fernando I, hijo de Sancho III "el Mayor", rey de Castilla y rey consorte de Leónavanzó hacia el sur repoblando gran parte del territorio de Salamanca y Ávila, además de tener sometidas a varias taifas musulmanas. 



Pero el gran paso en este avance, lo dio su hijo Alfonso VI conquistando la antigua capital del reino visigodo: TOLEDO. De este modo, la influencia de Castilla y León se asentaba en el Tajo. Toledo, no era sólo la primera gran ciudad hispana que volvía a manos cristianas, sino la antigua capital visigoda, que tras más de tres siglos, volvía a manos cristianas, pues  los monarcas del norte, se consideraban sus herederos. 



Sin embargo, los reinos taifas reaccionaron tras la toma de Toledo. Consideraron un peligro la imparable expansión cristiana y pidieron ayuda a los almorávides, primero, y los almohades, después, que consiguieron frenar la expansión cristiana durante el S. XII.

miércoles, 17 de febrero de 2021

La figura de Sancho III el Mayor

Sancho III el Mayor, fue rey de Navarra entre los años 1004-1035. Su reinado coincidió con el período de inestabilidad y crisis interna que terminaría poniendo fin al califato cordobés en el año 1031. Sancho supo aprovechar dicha debilidad en el sur para iniciar una política de fortalecimiento e iniciativa cristiana, tras varios siglos de dominio andalusí. 

Gracias a su política militar y de alianzas unió varios territorios a Navarra, como los condados de Aragón, Sobrarbe y Ribagorza, como esposo de Sancha de Castilla, se convirtió en conde consorte, y ocupó León, aprovechando las revueltas internas. De este modo, inició  la hegemonía de su reino en el espacio cristiano.


 Además, de erigirse en cabeza de la cristiandad peninsular, supo mantener relaciones comerciales con otros reinos europeos y fomentó el peregrinaje a Santiago de Compostela. A su muerte, repartió sus dominios entre sus hijos, dando origen a los tres grandes reinos que van a liderar la expansión y hegemonía cristiana en los siglos posteriores.





domingo, 14 de febrero de 2021

Reinos y condados pirenaicos

Durante el S. IX, los condados pirenaicos, que habían dependido del Imperio carolingio, como parte de la Marca Hispánica, comenzaron a liberarse del dominio franco, dando lugar a nuevos territorios: el reino de Pamplona y los condados aragoneses y  catalanes, que irán evolucionando hasta unirse en un reino, el primero, y en un condado, el segundo.



En el REINO DE PAMPLONA, la dinastía de los Arista, logró expulsar a los gobernadores francos y constituir un reino independiente: el reino de Pamplona. En el S. X, se expandió por las tierras de Álava y la Rioja e incorporaron el condado de Aragón hasta el S. XI.


Durante el S. IX, la familia Aznar Galíndez, se liberó del yugo franco, creando en torno a los valles de Hecho, Ansó y Canfranc, el CONDADO DE ARAGÓN. Junto a éste, se formaron dos condados más: el de Sobrarbe y Ribagorza, que más tarde se unirán al de Aragón.




En los CONDADOS CATALANES, aunque seguían siendo dependientes de los francos, Wifredo el Velloso, conde de Barcelona, consiguió unir todos los condados en su persona y hacer el título hereditario, en el S. IX. Un siglo después, su nieto Borrell II, conseguiría la independencia del condado de Barcelona del dominio franco. 


martes, 9 de febrero de 2021

De reino de Asturias a reino de León

En la segunda mitad del S. IX, los reyes de Asturias, y sobre todo, Alfonso III, aprovecharon las disputas internas de Córdoba para expandirse hacia el sur, ocupando amplias zonas hasta el río Duero, zonas que estaban, prácticamente despobladas y yermas. Se ocuparon ciudades como Astorga, León, Oporto y Zamora, y se repobló con familias campesinas que asentaron y cultivaron el margen del río Duero.


Visualiza el siguiente vídeo sobre el reinado de Alfonso III de Asturias.


El aumento de territorios del reino de Asturias hacia el valle del Duero, hizo que en el S. X, el rey García I, para controlar mejor el territorio, estableciese la capital del reino en León. Así, el reino de Asturias pasó a denominarse REINO DE LEÓN.
Aunque la expansión leonesa continuó durante este siglo, la aparición del Califato de Córdoba frenó dicha expansión. Los reyes leoneses tuvieron que hacer frente a los numerosos ataques y mantener y consolidar la frontera del Duero.


Con el Duero como frontera y defensa natural en el S. X, la mayor parte de los ataques al reino de León, se produjeron por el Este. Para frenar y rechazar estos ataques, los reyes leoneses construyeron numerosos castillos que entregaron a condes para que los defendiesen. Tal fue el número de castillos que se construyeron que se denominó a esta región CASTILLA (tierra de castillos).


Los condes castellanos, frente a la lejanía del control de León y a la peligrosidad del territorio, comenzaron a distanciarse de León, gobernando con cierta independencia, hasta que a mediados del S. X, el conde FERNÁN GONZÁLEZ, aprovechando los problemas internos en León, unificó todos los condados e hizo el título hereditario. Nacía, así, el CONDADO DE CASTILLA.

viernes, 5 de febrero de 2021

Núcleos de resistencia Pirenaicos

Tras la derrota en Covadonga, los avances musulmanes se centraron en la franja oriental de la Península, realizando varias incursiones al sur de la Galia, teniendo como base de las operaciones, la ciudad de Zaragoza. Aunque consiguieron algunas conquistas cerca de los Pirineos, no llegaron a controlar del todo la zona y los antiguos habitantes (hispanii), junto con los visigodos que llegaron del sur, iniciaron la resistencia, dando origen a nuevos núcleos, esta vez en la comarca pirenaica.

Años después, el rey de los francos, CARLOMAGNO, realizó varias expediciones en suelo hispánico contra los musulmanes, con el fin de conquistar Zaragoza. Aunque no consiguió este objetivo, sí pudo controlar ciudades como Pamplona, Jaca, Gerona y Barcelona. Al fracasar en la conquista de Zaragoza, y temiendo futuros intentos musulmanes en el sur de la Galia, reforzó militarmente la zona, creando la Marca Hispánica. Además, dividió la zona en condados, consiguiendo que los condes le juraran fidelidad, y surgiendo así, los condados catalanes y los condados aragoneses. 


El reino de Pamplona gozó de mayor libertad, prácticamente desde el comienzo, pues rechazó y derrotó a las tropas carolingias cuando volvían al reino franco, tras el intento de conquista de Zaragoza. Este hecho, ocurrido en el paso natural de Roncesvalles fue recogido en la conocida Chanson de Roldán.