Los primeros humanos se instalaban en lugares cercanos a ríos, lagos, mares...para asegurarse la caza y la pesca. Para protegerse de la lluvia, el frío o el calor, habitaban en cuevas o abrigos naturales, pero no solían ocupar su interior. También construían tiendas y cabañas con palos, ramas y pieles. Usaban el fuego para cocinar, iluminarse y calentarse por la noche y ahuyentar a las fieras. Además, como eran nómadas, cuando se acababan los recursos de la zona... se marchaban a otra.
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