En 1556, Carlos I abdica en su hijo Felipe. A los territorios heredados de su padre, Felipe II añadió el reino de Portugal y sus colonias en 1580. Por ello, es considerado como el monarca más poderosos de su época.
Felipe II estableció la corte en Madrid y llevó a cabo una política centralizadora desde Castilla que le valió la oposición y el enfrentamiento con algunos de los territorios que gobernaba, como Aragón.
- La revuelta de Aragón de 1591. Antonio Pérez, secretario de Felipe II, es acusado de asesinato en Castilla y huye a Aragón de la justicia castellana. Como la justicia castellana no podía intervenir en Aragón, Felipe II acude a la Inquisición, que sí tenía jurisdicción en ambos reinos, lo declara hereje y lo condena. Los aragoneses consideraron que se habían violado los fueros y leyes de Aragón y se inició una revuelta que fue reprimida por las tropas reales.
Además, Felipe II fue una gran defensor de la fe católica frente al Islam y la expansión protestante. Por ello:
- Reforzó el papel de la Inquisición, prohibió la entrada de libros extranjeros y la salida de estudiantes de los reinos hispanos a otros países, y prohibió la libertad religiosa.
- En 1568, estalló una revuelta morisca en la Alpujarras granadinas, debido a la dura persecución de la Inquisición en la zona, pues consideraba a muchos moriscos de la zona, falsos conversos y fieles seguidores de su antigua religión. La revuelta fue sofocada con dureza y miles de moriscos fueron dispersados por toda Castilla.
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