En el año 27 a. C, OCTAVIO, el hijo adoptivo de César, tras vencer a sus enemigos en otra guerra civil, fue proclamado por el Senado "Augusto" (elegido por los dioses). Se iniciaba así, el Imperio.
Augusto concentró el poder político (presidiendo el Senado, nombrando los cargos públicos y dictando las leyes), el poder militar (es nombrado jefe supremo del ejército con el título de Imperator) y el poder religioso (es nombrado Pontífice máximo).
Las instituciones republicanas continuaron existiendo pero perdieron todas las funciones que tenían. Aunque en un primer momento el titulo de emperador no era hereditario, pronto pasó de padres a hijos, creándose las grandes dinastías o familias imperiales.
Además, durante esta etapa, los romanos difundieron su cultura, leyes, modo de vida, lengua y religión sobre las poblaciones ocupadas, crearon nuevas ciudades, construyeron monumentos...Es lo que conocemos como proceso de romanización.
En un principio, solamente lo ciudadanos de Roma tenían derechos, podían poseer propiedades, votar...En el año 212 d. C., el emperador Caracalla, mediante un Edicto, consiguió equiparar a todos los habitantes del imperio, extendiendo la ciudadanía romana a todos lo habitantes del imperio.
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