Sociedad urbana y gobierno de las ciudades

"EL AIRE DE LA CIUDAD NOS HACE LIBRES"...Este proverbio o dicho medieval describía la realidad de las urbes medievales. En ellas, vivían muchas personas, dedicadas a distintas actividades, ricas o pobres....pero todas tenían algo en común...eran LIBRES.

La mayoría de la población urbana se dedicaba al trabajo artesanal y al comercio, y obtenían grandes riquezas de las ventas de sus productos y de los beneficios de sus negocios. Se denominaban BURGUESES, y según su riqueza se dividían en ALTA BURGUESÍA (ricos comerciantes y banqueros) y en BAJA BURGUESÍA (maestros artesanos y pequeños comerciantes).

Además de lo burgueses, también vivían nobles y eclesiásticos (atraídos por la riqueza de la ciudad), gente humilde y minorías religiosas.

Visualiza el siguiente vídeo sobre la Burguesía:

Las ciudades comenzaron siendo gobernadas por comunas o asambleas de vecinos, que tomaban decisiones de forma conjunta. Más adelante, eligieron a unos representantes (concejales) que junto con el alcalde, dirijían el gobierno, la economía y la justicia de la ciudad. 

Con el paso del tiempo, el gobierno de las ciudades quedó en manos de las familias más ricas de comerciantes y banqueros, que formaron el denominado PATRICIADO URBANO.

Expansión agraria y crecimiento de la población.

A partir del S.XI, se introdujeron en Europa occidental una serie de innovaciones técnicas que conllevaron un incremento de la producción, que supuso la aparición de excedentes y el aumento de la población.  Las principales innovaciones fueron:

• La aparición de nuevos métodos de cultivo, con el uso de la rotación trienal y el uso del estiércol como abono.

• El uso de nuevos útiles agrícolas como el arado de vertedera, que hacía surcos más profundos aumentando la fertilidad, y el uso de la collera en los animales que facilitaba el arrastre del arado y el uso de caballos, en lugar de bueyes.

• La utilización de molinos de viento o agua que facilitaron la tarea de moler el grano.

El aumento de la producción trajo consigo una mejora en la alimentación, lo que permitió que la población creciera. Este aumento demográfico llevó a buscar nuevas tierras para ampliar los cultivos. De ese modo, se repoblaron tierras abandonadas y se roturaron otras nuevas.

El arte de los reinos cristianos

Expansión cristiana en los SS. XIII-XV

El freno que había supuesto, para la expansión cristiana, la llegada de los almorávides y almohades, durante el S. XII, tuvo su fin, tras la victoria de una coalición de reinos cristianos (encabezada por Castilla) frente a los almohades en el año 1212. El triunfo en las Navas de Tolosa, supuso, no solamente el fin de la presencia almohade en la Península, sino además, el debilitamiento imparable de las taifas musulmanas y el gran avance cristiano hacia el sur, limitando el poder andalusí, al reino nazarí de Granada.

Visualiza el siguiente vídeo sobre la importancia de la batalla de las Navas de Tolosa:

La expansión castellana tras las Navas, permitió a las tropas castellanas alcanzar los valles del Guadiana y del Guadalquivir, de forma rápida.  Destacaron las conquistas llevadas a cabo por el rey Fernando III y de su hijo Alfonso X, que incorporaron a Castilla y León, los territorios de la baja Extremadura, la mayor parte de Andalucía y Murcia.

Durante el S. XIV, la expansión se vio frenada por la crisis, las epidemias y la guerra civil que estalló en Castilla. Sería a finales del S. XV, cuando Castilla retomaría la expansión con la conquista y toma de Granada por los Reyes Católicos en 1492.

La expansión aragonesa tras las Navas, la llevó a cabo Jaime I, tras la muerte de su padre Pedro II de Aragón.  Dirigió su esfuerzo a la expansión hacia las islas Baleares, conquistando Mallorca e Ibiza, y el sur peninsular, conquistando Valencia y llegando a  la actual Murcia, donde se encontró y firmó un pacto con su yerno Alfonso X, pasando a formar parte, las tierras murcianas, del reino de Castilla. 

Durante el S. XIV, la Corona de Aragón se expandió por el Mediterráneo, conquistando islas como Sicilia  y Cerdeña, además de crear dos ducados en oriente (Atenas y Neopatria). En el S. XV, la expansión continuaría con la conquista de Nápoles, unos años antes de la toma de Constantinopla por los turcos. 

Visualiza el siguiente vídeo sobre la expansión aragonesa por el Mediterráneo:

Los tipos de Repoblación

En los primeros siglos de la expansión cristiana hacia el sur, se llevaron a cabo dos tipos de repoblaciones:

• Las repoblaciones libres (SS. IX- X) mediante presura o aprisio, con las que se repobló la mayor parte del  valle del Duero. Las llevaron a cabo, campesinos a los cuales los reyes les concedía tierras y formaban aldeas.
• Las repoblaciones concejiles (SS. XI- XII). Los reyes facilitaban la repoblación, mediante la creación de villas o ciudades que gozaban de privilegios reales.

Visualiza el siguiente vídeo sobre la repoblación del valle del Duero: 

En el siglo XIII, la expansión cristiana se produjo más rápido y los territorios se repoblaron en menos tiempo. También se llevó a cabo, con dos tipos de repoblaciones:

• Las repoblaciones de Órdenes Militares (1ª mitad S. XIII). Las Órdenes Militares que habían participado en la conquista de los territorios, se encargaron también de repoblarlos teniendo a su cargo grandes latifundios dominados por castillos para la defensa del territorio. 
• Las repoblaciones por Repartimiento (2ª mitad S. XIII). Los reyes facilitaron la repoblación de estos territorios entregándoles grandes extensiones de tierra a familias nobiliarias, la Iglesia y Órdenes Militares.

Visualiza el siguiente vídeo- resumen de los tipos de repoblaciones: 

La formación de la corona de Aragón

 ¿Qué diferencia hay entre un Reino y una Corona?

Tras la muerte, sin descendencia, de Alfonso I, le sucede su hermano el monje Ramiro II. Éste tuvo una hija, Petronila, y como las mujeres no podían reinar en Aragón, decidió casarla con el conde Barcelona, Ramón Berenguer IV. De la unión y casamiento de ambos en 1137, surge la corona de Aragón. Su hijo Alfonso II, será el primer rey de la corona de Aragón.

Visualiza el siguiente vídeo sobre la formación de la corona de Aragón:

La formación de la corona de Castilla

Tras la muerte de Alfonso VII, nieto de Alfonso VI, los reinos de Castilla y León, permanecieron separados durante casi un siglo, hasta que le rey Fernando III, los unió de forma definitiva en el año 1230, creando la CORONA DE CASTILLA. Ésta va a tener un gran protagonismo en la fase final de la conquista cristiana sobre Al- Ándalus.

Visualiza el siguiente vídeo sobre la figura del rey Fernando III: