En el S. IV a. C., Filipo II de Macedonia, un territorio situado al norte al norte de la Hélade, aprovechando la debilidad y desgate de las polis, tras años de guerras, inició una ofensiva que le llevó a conquistar la mayor parte de la Hélade, gracias al orden y disciplina del ejército macedonio, formado en falanges.
A la muerte de Filipo II, su hijo ALEJANDRO (conocido como el MAGNO), completó la conquista de la Hélade, y se propuso llevar a cabo el sueño de su padre: conquistar el imperio persa y expulsar a los persas de Asia Menor.
- En primer lugar en la batalla de Gránico, conquistando toda Asia Menor y la costa oriental del Mediterráneo.
- En segundo lugar, en la batalla de Issos, conquistando Siria y llegando incluso a Egipto, donde fundará la ciudad de Alejandría en su honor, una de las ciudades más prósperas y gran centro cultural.
- En tercer lugar, en la batalla de Gaugamela, donde derrota definitivamente al rey persa Darío III, conquistando Mesopotamia y Persia.
Tras la conquista del imperio persa, Alejandro, estableció la capital de su imperio en Babilonia, y se lanzó a la conquista de Asia central, llegando a las puertas de la India. Desde allí, inició su regreso a Babilonia donde murió a la edad de 33 años. A su muerte, sus generales se dividieron el imperio, creando diferentes reinos helenísticos, como el Egipto de Ptolomeo.
Además de conquistar, Alejandro llevó a esas zonas las costumbres griegas, su idioma y cultura, fusionándolas con las culturas orientales. A este hecho, se le denomina HELENISMO, período de gran esplendor cultural.
Visualiza el siguiente vídeo resumen sobre Alejandro y sus conquistas:
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